lunes, 27 de marzo de 2017

AUTORRETRATO FRANCESCA WOODMAN

ANA GUTIÉRREZ comenta AUTORRETRATO FRANCESCA WOODMAN






Mujer artista 
Francesca Woodman
Francesca Woodman fue una fotógrafa estadounidense nacida en 1958, que desde temprana edad comenzó a mostrar interés por la fotografía. A pesar de haber tenido un corto periodo de producción artística (seis años) a causa de su suicidio en 1981 a los 22 años, ha sido una importante influencia en las generaciones posteriores de fotógrafas y fotógrafos que la siguieron, a pesar de no ver su obra bien reconocida en vida. Influida principalmente por el surrealismo y el renacimiento gótico, y el feminismo de los 70 (la segunda ola feminista, de la que fue parte). Para sus obras, usó principalmente el cuerpo de mujeres, el suyo propio incluido con sus autorretratos. Su obra es de carácter intimista, enmarcada en espacios arquitectónicos cerrados, explorando imágenes del yo y la forma femenina con  fotografías fuertes e impactantes en  blanco y negro.

Esta obra que he elegido no tiene título (como muchas de sus fotografías), y fue realizada entre 1975 y 1976. Es un autorretrato en blanco y negro donde aparece Francesca desnuda, únicamente con una pared blanca de fondo, siendo ella eje central de la obra. Es un desnudo, pero alejado de la perspectiva sexual, es más, Francesca en muchas de sus fotografías usa desnudos femeninos contra la objetualización sexual del cuerpo de la mujer representándolo al natural, tal y como es un cuerpo femenino, alejándose de la "imagen prototipo" del mismo.  La propia Francesca describió esta fotografía como "Relativa al retrato de una reputación", esto nos da muchas pistas sobre las machas de pintura que simulan manos tacándola, las cuales tienen varias interpretaciones. La reputación de una mujer artista, que muestra sin tapujos su cuerpo, en los años 70 (ni en la actualidad) no era bastante buena, la sociedad rechaza esta forma de expresión censurándola, además de que la artista sufrió por esto mismo muchas ofensas, relacionadas sobre todo con su vida sexual, y lo muestra en esta foto por medio de esas manchas de manos que podemos pensar que, intentan esconder su cuerpo (las partes que más polémica generan). Por otra parte podemos interpretar un simbolismo con la fragilidad de la figura de la mujer en la sociedad, con una postura acongojada que nos hace pensar que esa manos son ajenas, y que ella, indefensa, no puede alejar (porque en la foto la pintura está pegada a su piel, y metafóricamente la mujer no puede escapar del patriarcado en el que vive). Por último está la idea de que la obra representa a la mujer que se descubre a sí misma, tanto su cuerpo como más allá de ello.

En cualquier caso, la fotografía tiene un intenso mensaje sobre la imagen de la mujer que transmitir como es habitual en la joven artista, que llegó a componer imágenes llenas de belleza que reflejaban la soledad y el desconcierto propio de una mujer que se explora a sí misma en medio del silencio, logró recorrer la yuxtaposición entre cuerpo y alma a través de fotografías que mostraban la necesidad por descubrir que había más allá de lo tangible. Esta imagen es un autorretrato en el que, como es habitual en su obra, Francesca reivindica el papel de la mujer capaz de crear arte, y poniéndose a ella misma como obra de arte, también se declara como musa y artista, creadora y creación, emancipada e independiente con el poder de producir artísticamente una obra con fuerza que no deje indiferente a nadie. Se muestra al desnudo sin tapujos ante la cámara, sin esconderse, y así se nos presenta tal y como es una mujer normal, y además artista, apta para realizar obras de arte excepcionales. Por último, me gustaría acabar con una frase de la propia Francesca que nos puede hacer entender mejor su arte, y su forma de verlo.


 La fotografía es también una manera de conectar con la vida.
Hago fotos de la realidad filtradas a través de mi mente.


– Francesca Woodman.

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