Representaciones artísticas de la mujer: LA NIÑA
Título de la obra: La Pubertad
Autor/a: Edvard Munch
Fecha: 1894-95
Descripción del tema representado: En la obra se
observa una adolescente desnuda sentada en el borde de una cama. Tiene las
piernas juntas, mientras su mano derecha se apoya en la pierna izquierda a la
altura de la rodilla, y la mano izquierda se apoya sobre el muslo derecho. Este
cruce de brazos permite que la joven oculte sus partes íntimas, pero deja ver
su busto adolescente y su ombligo. El rostro de la joven está de frente,
enmarcado por su cabello negro y liso, mirando seriamente al espectador. La luz
que penetra por el lado izquierdo hace que el cuerpo de la adolescente proyecte
una gran sombra oscura que introduce miedo. Se trata de un ejercicio bien
ejecutado, donde el pintor examinaría una postura que le permitiera eludir las
connotaciones sexuales, en las que se mezclan equilibradamente dosis de
serenidad y de temor. En el uso del color se refleja en principio, la
composición usada por Munch, en cruz, bastante clásica para conservar el
equilibrio.
Imagen de la mujer que se refleja: La imagen femenina
fue sin duda un motivo más que relevante en la obra de Munch, como lo fue para
el Simbolismo o el Modernismo, y es que en el tiempo de Munch se planteaban constantes
problemas de género, en la que se denominaba "La cuestión de la
mujer" y esa cuestión no era ni más ni menos que los logros que el género femenino
había ido conquistando, como el acceso a la educación superior, modificación de
leyes de herencia, participación más activa en el mundo laboral, digamos que
todas las esferas de actividad se vieron afectadas por la incorporación de la
mujer. Todo esto se cristalizó en una nueva mujer, una mujer
"masculinizada", que en algunos sectores era cargada de connotaciones
negativas en la cual se empezaba a contemplar como una amenaza y esto le
restaba feminidad. En la obra de Munch, estos aspectos se traducen en una
visión peculiar de la mujer, nos plantea dos imágenes de la mujer completamente
antagónicas; por un lado, encontramos en sus cuadros la femme fragile, mujer
ideal, casta y delicada; y por otro lado la femme
fatale, amenazadora y seductora.
La
niña de La pubertad de Munch es el enlace entre la femme fragile y la femme
fatale, es el tránsito entre ambas representaciones. La sombra que vemos al
fondo, esa amenaza que proyecta la misma niña, es un símbolo de lo que le
depara, la niña púber de Munch simboliza el sentido del concepto de la mujer de
su tiempo, es un ser puro abocado a convertirse en una amenaza, en un ser
depredador, que corrompe y destruye. La inestabilidad de la postura de la
joven, así como la estrechez del espacio, en el que sólo vemos una parte de la
cama, generan esa sensación de angustia y agobio que sirven como metáfora de
los sentimientos de la propia niña. Una cama, que por otra parte genera el
contraste horizontal, frente a la verticalidad de la protagonista. La Pubertad
resume a la perfección, al igual que lo hace El Grito sus inquietudes y
reflexiones. Así pues, es en realidad otro grito, es otro momento de inquietud
y tristeza. El grito la expresión se exterioriza, en La Pubertad, esa expresión
es interior, es un grito ahogado, la niña no deja que sus miedos salgan al
exterior, el gesto de los brazos y su propio rostro expresan esa represión. Por
ultimo, es una antítesis, el interior es una metáfora del propio mundo interior
de la joven, agobiante, opresivo y amenazante.
Conclusión: Este cuadro
es una alegoría de la pubertad, el difícil período de transición entre la niñez y la adultez.
Observaciones: Munch en este lienzo se aleja del
naturalismo en la pintura y planea un espacio casi incierto para recrear una
circunstancia en la que quita todos los detalles decorativos superfluos,
centralizándose en el cuerpo y la expresión de una joven fija en la mitad de una
cama. La estructura de la escena es bastante sencilla: una cama y una
habitación, donde el pintor delinea suavemente un trazo horizontal que fluye de
derecha a izquierda, la cual se ve interrumpida por el margen del cuadro.
Contemplando
La Pubertad, vemos a Edvard Munch, más allá de la imagen de pintor polémico y
atormentado, capaz de analizar y plasmar su tiempo, la sociedad a la que
perteneció, pero también, y en este caso, simultáneamente, capaz de analizar y
plasmar los más variados sentimientos y complejos estados de ánimo del ser
humano, incluso los de una niña a punto de dejar atrás la etapa más inocente de
su existencia.
Frase: "En toda
su diversidad, la mujer es un misterio para el hombre".
Muy lindo
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